La consecución de logros, la satisfacción por las cosas bien hechas, están íntimamente relacionadas con las decisiones que uno toma.
Las buenas decisiones están en relación directa con la claridad mental. Por lo tanto, elegir lo que uno hace con consciencia, es un factor de felicidad.
El estrés es un enemigo de la felicidad porque un cerebro estresado no sirve como soporte de una mente sana y eficiente. No podemos sentir felicidad si estamos en perpetua alerta o asustados.
Lo increíble y maravilloso es que todos, hasta los más escépticos, tenemos una habilidad común que es nuestra capacidad de mantener la calma. Solo necesitamos las tres herramientas con las que todos venimos “equipados de serie”: cuerpo, respiración y mente.
Mi pequeña aportación para ser un poquito más felices, es que si uno quiere, puede “fabricar una pausa de serenidad”. Con el cuerpo, la respiración y la mente. En cualquier momento y en cualquier lugar. Es detenerse un instante a pensar en la mejor decisión y después actuar.
- Empieza con el cuerpo colocando los Hombros Lejos de las Orejas
- Respira amplia y lentamente
- Evoca un momento feliz vivido por ti y revívelo.
Felicidad en este sentido es enchufar el corazón, el cuerpo y la mente a las acciones que nos procuran verdadero bienestar.
Todas las ponencias y actividades en el #WorldHappinessFest nos han enseñado herramientas prácticas para darnos cuenta y activar los recursos propios que nos dirigen a ser más felices.
Un comentario
Me encanta el concepto “pausa de serenidad” y también la fórmula que nos propones para lograrla, me parece sencilla, práctica y eficaz.
Como dices, venimos con las herramientas “de serie”, solo se trata de utilizarlas.
¡Gracias, Maite!